Contar cartas es una técnica mental que algunos jugadores utilizan para seguir la pista de los naipes que ya han aparecido en la mesa y ajustar sus apuestas según las probabilidades de que salgan otros determinados.
Aunque la práctica es legal, los casinos presenciales la rechazan de forma rotunda y pueden actuar en cuanto sospechan que alguien la está empleando: desde invitar al jugador a “marcharse” de la sala hasta prohibirle la entrada o comunicar la incidencia a otros establecimientos del mismo grupo.
¿Qué es el conteo de cartas?
Contar cartas es una técnica utilizada en juegos de naipes, como el blackjack, para estimar la proporción de cartas altas y bajas que permanecen en el mazo o en el zapato. A cada carta se le asigna un valor: normalmente +1 para las bajas (2–6), –1 para las altas (10–As) y 0 para las intermedias (7–9).
Con ese sistema, el jugador mantiene un conteo continuo que le permite hacerse una idea de si el mazo está en un punto favorable para él o para la casa. ¿El objetivo? Aprovechar aquellos momentos en los que la ventaja teórica de la casa se reduce y la del jugador aumenta.
¿Cómo funciona exactamente el conteo de cartas?
El mecanismo de contar cartas en blackjack se resume en estos cuatro pasos:
- Se asignan valores a las cartas: 2–6 valen +1; 10–As valen –1; 7–9 valen 0.
- Se lleva un conteo acumulado: sumar o restar según las cartas que ya se hayan mostrado.
- Se calcula el “conteo real” dividiendo el conteo acumulado entre los mazos que quedan por jugar.
- Se ajustan las apuestas: subirlas cuando el conteo favorece al jugador y reducirlas cuando no.
¿Conviene realmente contar cartas?
Aunque el sistema de conteo de cartas es legal y ofrece una ligera ventaja teórica si se ejecuta correctamente, hacerlo en un casino puede resultar contraproducente. Los responsables de sala, entrenados para detectar patrones de apuesta sospechosos, vigilan a los jugadores de forma constante. Y si perciben que alguno de ellos está contando cartas, puede haber consecuencias negativas…
Te pueden expulsar sin más
En primer lugar, recuerda que los casinos son establecimientos privados y tienen la potestad de pedir a un jugador que abandone la sala si consideran que está contando cartas. En algunos casos, además, pueden vetar el acceso de manera indefinida e incluso compartir la información con otros casinos del mismo grupo empresarial.
El beneficio suele ser mínimo
¿Puede el conteo de cartas inclinar mínimamente la balanza a favor del jugador? Sí, pero no garantiza que haya consistencia en las ganancias. Aplicar dicha estrategia en el blackjack requiere una concentración extrema, genera estrés y obliga a mantener un comportamiento completamente neutro para no suscitar sospechas. En la práctica, la relación entre esfuerzo y beneficio rara vez compensa.
La parte legal: qué sí y qué no está permitido
Si bien la ley permite contar mentalmente cartas al jugar al blackjack, lo que no es legal es usar dispositivos, señales, aplicaciones o cualquier herramienta externa para facilitar el cálculo. En ambos casos, al tratarse de espacios privados, los casinos pueden decidir quién accede a ellos y quién no.
La dificultad de ocultarlo
Por otro lado, un contador de cartas debe aparentar absoluta naturalidad mientras realiza cálculos constantes en su cabeza. Ese equilibrio entre autocontrol y precisión es agotador y multiplica las posibilidades de cometer errores… o de que el personal de sala detecte algo inusual en su ritmo de apuesta.
El riesgo de perder… nunca desaparece
Finalmente, ten en cuenta que, en la práctica, el conteo de cartas no elimina la ventaja de la casa. ¿Por qué? Por una simple razón: la volatilidad. Este concepto matemático, habitual en las tragamonedas, pero implícito en todos los juegos de casino, puede incluso castigar a usuarios experimentados. Recuerda que, en el azar, siempre hablamos de probabilidades teóricas… la práctica puede ser totalmente opuesta.


