México necesita la Nueva Ley del Juego

Cámara de Diputados mexicana

Miguel Ángel Ochoa, presidente de AIEJA, repasa la situación de los Casinos en el pasado año 2016, la importante aportación de estos inmuebles a la economía mexicana y la necesidad de que la Ley de Juegos y Sorteos aprobada en 2.014 en la Cámara de Diputados sea confirmada por el Senado.

No se abrieron Casinos en 2016

Actualmente existen 319 centros de juegos de azar operando legalmente en México. El mayor número de estos salones se encuentra en Baja California, Ciudad de México, Estado de México Jalisco, Nuevo León, Sonora y Veracruz. De las 32 Entidades Federativas en las que se divide el país, únicamente Chiapas, Coahuila, Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas no cuentan con un inmueble de esta naturaleza. Habría que añadir que otras 35 salas se encuentran clausuradas actualmente e inmersas en un proceso judicial en la búsqueda de su reapertura. Un ejemplo de ello es el del Casino Queens en Guadalupe del que hemos estado informando los últimos días.

En este sentido, uno de los aspectos a los que se refirió Ochoa, máximo mandatario AIEJA, es el estancamiento existente en cuanto a la apertura de nuevos Casinos en el país. Para el dirigente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuestas en México, el poco soporte de los gobernantes a estos negocios y las lagunas existentes en su legislación son los principales motivos de la paralización de la industria de los Casinos en 2016.

De hecho, ni un solo centro de este tipo fue abierto en el país durante el pasado año por la negativa del Gobierno a conceder nuevas licencias. La estrategia de la Dirección General de Juegos y Sorteos, enfocada a la revisión del estado de los permisos de los salones que operan en la actualidad, ha dejado de lado la posibilidad de analizar detenidamente la petición de licencias para la apertura de nuevos Casinos.

Casinos: ingresos e impuestos.

 Miguel Ángel Ochoa AIEJA

El presidente de AIEJA, Miguel Ángel Ochoa, durante una intervención en el canal Milenio TV (Foto: Milenio TV)

Ochoa indicó que la industria casinera es una de las fuentes de riqueza financiera y laboral más importantes para el país, contribuyendo además en la mejora de la salud pública. En términos económicos, el negocio de los Casinos aporta a las arcas públicas la excelente cifra de seis mil millones de pesos. Además, según los datos aportados por el dirigente, este sector genera alrededor de treinta y cinco mil puestos de empleo directos y más de cien mil indirectos, calmando, de cierta manera, la crisis laboral en la que se encuentra inmersa México.

El problema al que se enfrentan los Casinos, es el incremento en las exigencias impositivas que algunas entidades regionales están llevando a cabo, como es el caso de Nuevo León, Quintana Roo o Sinaloa. Para el gerente Ocaña, hasta que no se establezca una Ley a nivel estatal que establezca unos parámetros en la recaudación de impuestos a estos centros, los diputados locales van a seguir inventando normas a la carta con las que succionar de sin control las ganancias de estos negocios. Con el riesgo que esto supone: el cierre de los Casinos y el despido de sus trabajadores.

Nueva Ley de Juegos y Sorteos 2014

El rector también quiso entrar a valorar la situación en la que se encuentra la nueva Ley de Juegos y Sorteos que debería modificar sustancialmente a la de 1.947 y que se encuentra atascada en el Senado tras ser aprobada en diciembre de 2.014 por la Cámara de Diputados.

Al parecer, la desgraciada aparición del tema de Ayotzinapa dejó en cierto modo olvidada la revisión de la nueva Ley por parte de los senadores, que se han estado haciendo preguntas al respecto, pero claras intenciones de cerrar el proceso.

Desde el Senado se han pedido informes a los gobiernos regionales sobre la realidad de los casinos en sus jurisdicciones, por ejemplo, pero en ningún momento han encarado el texto con la decisión de darle el visto bueno y ponerlo en funcionamiento. Finalmente, Ochoa quiso añadir que cree será muy difícil que dicho Decreto pueda ser aprobado en lo que resta de sexenio, por lo que se su confirmación o desestimación, aún se encontrará con nuevos capítulos en el fututo.