¿Has oído alguna vez hablar sobre la ventaja de la casa en los casinos? Esta expresión, extendida en el sector de las salas presenciales y plataformas online durante muchos años y vigente en la actualidad, tiene una razón totalmente explicable, que además está más que justificada.
Tanto es así que la ventaja de la casa es una característica universalmente aceptada por todos los actores del sector de los juegos de azar, ya que es el sistema principal en el que se sustenta esta industria. A continuación te contamos las principales particularidades de este sistema del que subsiste la mayoría de casinos.
¿Qué es la ventaja de la casa?
La ventaja de la casa, o como se denomina en inglés, “house edge”, es la ventaja matemática que poseen los casinos con respecto a los usuarios en los juegos disponibles en dichas salas. No significa que siempre vayas a perder… Quiere decir que el casino tiene una mayor probabilidad estadística de ganar en el largo plazo.
Por qué existe la ventaja de la casa
La ventaja de la casa existe porque ayuda a las salas de casino físicas a cubrir los costos de proporcionar los juegos, pagar a sus empleados, el mantenimiento de la sala, etc.
Lo mismo ocurre con las páginas de casino en línea, ya que deben costear los gastos asociados a su propia plataforma, servidores, licencias, proveedores de juegos, infraestructura de pagos, personal de atención al cliente, etc.
También sirve para que la empresa obtenga ganancias… al fin y al cabo, los casinos son un negocio. Casi el total del porcentaje de los beneficios que obtienen estos establecimientos proviene del dinero que los usuarios apuestan en los juegos, ya sea a las máquinas tragamonedas, la ruleta o el blackjack.
¿Cómo funciona la ventaja de la casa?
La ventaja de la casa funciona como una diferencia matemática integrada en las reglas de cada juego, que asegura al casino un margen de ganancia, incluso cuando ganes ocasionalmente. Ese margen no se nota en una partida independiente, pero a largo plazo garantiza que el casino obtenga beneficios de forma constante.
Por ejemplo, si realizas una apuesta de 100 $ en un juego con una ventaja de la casa del 2 %, el resultado puntual puede ser ganar o perder cualquier cantidad. Sin embargo, estadísticamente, ese tipo de apuesta hará que el casino gane 2 $ por cada 100 $ jugados en el total de muchas manos o giros.
Tres juegos y su ventaja de la casa
En las tragamonedas, por ejemplo, cada giro parece aleatorio… ¡en absoluto! ¿Por qué? Porque depende del RNG o generador de números aleatorios, un sistema que garantiza que cada tirada sea independiente del anterior. Eso sí, pero manteniendo una estructura consistente en el reparto de premios.
Aquí entra en juego lo que se conoce como tasa de retorno teórico al jugador o RTP. Imagínate que te pones a jugar a Spinata Grande, juego que tiene un RTP del 96,84%. ¿Qué significa esto? Por cada 100 pesos que apuestes, el juego te devolverá 96,84 y se quedará con el restante 3,16.
La ruleta tampoco escapa a dicha ventaja. En el caso de la variante europea, si apuestas a un número, digamos el ocho, por ejemplo, tus probabilidades reales de ganar son de una entre 37. Sin embargo, el casino te pagará 35 a uno si la bolita finalmente cae en ocho. Esa diferencia, que asciende al 2,7%, entre lo que deberías cobrar y lo que recibes es la ventaja de la casa.
En cuanto a los juegos de blackjack, la ventaja no está tanto en los pagos, sino en el orden en el que se actúa en la mesa: los jugadores siempre tienen que actuar antes que el crupier. Es decir, vas a tener que plantarte o seguir pidiendo cartas con el riesgo de que te puedas pasar de 21. En el caso de hacerlo, habrás perdido… ¡sin que el crupier haya movido un solo dedo!